martes, noviembre 15, 2005

"in mundo"

Esto lo escribí por obligación y terminó por tener partes que me gustan... y además un significado por lo menos para mi. No sólo eso sino que además tiene un párrafo casi entero de un texto que está publicado más abajo. Me choreó a mi mismo je je.


Cerrá los ojos e imaginate qué sucede después de muerto. Tomate unos segundos y hacelo, no más amigos ni abrazos, no más familia ni besos, no más comida ni suelo, no más dormirse ni desnudarse, no soñar ni viajar, no más canciones ni melodías, no despertadores que llenan de ira, no más momentos, un último instante de final no deseado.
¿Cerraste los ojos? ¿Pudiste hacerlo? Estas formitas impresas(digitalmente) te van a esperar, el único que se va a ir sos vos, pero no ahora; así que hacelo y después volvé. Te doy tiempo…
lográ silencio
, porque se necesita concentración.

















¿Se polarizó tu mente? ¿La angustia se abusó de tus sentimientos?
Es el in mundo. ¿Are you ready?
Lo que estaba en ON pasó a OFF y va a estar en IN. No estuviste viviendo, sino muriendo de a poco.
Las copas de cristal no se volverán a romper y no te vas a quedar ni con su sombra, se va a escapar, va a correr tan rápido que lo fugaz va a volverse lento y esa falsedad: tan natural.
Game over. El descongelamiento automático por peso empezó su cuenta regresiva hace años y ni siquiera lo percibiste. Hay un vacío inacabable, todos directo al abismo y sin escala, lleno de cuerpos exprimidos que rozan la inexistencia más absoluta. La geografía: imperfecta como lo que se ve al entrar en una habitación sombría luego de haber estado mucho tiempo al sol; o como esas formas que se pueden crear y visualizar cerrando los ojos de manera violenta, con bronca.
La memoria funciona a partir del mismo pestañear y a cada pestañear algo parecido a un fotograma se registra, permanece y viaja de lo consciente a lo inconsciente, excede la mirada y queda archivado como una vieja identidad.
Frágil y sutil con una dosis de destino. Una porción exquisita para un cadáver memorable, un octavo mar, un cítrico fuerte que frunce el ceño del alma más apocalíptica.
Se encapsula la teoría y se arrebatan las manías de perezosos ángeles pertenecientes a un un posmoderno testamento. Ángeles que arrastran las paranoias de un ignorante parque lujoso, rodeado del oro más puro y egoísta.
Se reivindica el devil sex, entre orgías insuperables y sentimentales de seres histéricos. Fluido rosa de charlas electrónicas, envejecimiento prematuro para una noble causa con símbolo propio.
Tácito ambiente, consecuente karaoke de dioses escépticos rodeados de fieles desorientados, víctimas de fotofobia.
Afuera (arriba): Un cementerio de flores degolladas, un reino arrasado dormitando bajo falaces epitafios. Contaminación, nausea, y una oropéndola observa; el viento mece su nido.
Es el in mundo, no se lo ve, pero está; se llega de manera abrupta e inesperada por culpa de una pieza que no encaja, un rompecabezas que se vuelve laberinto y psicodélico tobogán, al mismo tiempo que se borra tu huella dactilar.
Peace.