sábado, agosto 19, 2006

Rafaela Carrá tiene razón


Una imprudencia emocional y una carroza convertible de ventanas nevadas, calabaza porteña y sillas voladoras de un viaje con magi-click. Vos: princesa vampira que respira y me mira, te coronas reina de un psycho ilusionado. No distinguis un costado del otro y sin embargo liberas cubanos que me atrapan cobarde.
Ego hic et nunc me vuelvo la tinta que mancha, que muere, y que con-firma se atreve y se anima a soñarte desnuda en el medio del mar, me descuelgo y me pierdo entre sábanas aplastadas, me quemo entre sedas y un libro inconcluso desesperado por comenzar. Los lunares amables, los motivos que sobran y las señales entre el humo nos envuelven callados; sabemos a unas maderas hacer llorar, podemos bailar y a los puntos cardinales desencontrar, hacia el sur suelto miradas - las dejo escapar- es ahí donde las palabras sobran mejor y tus pestañas se estiran de menor a mayor.