En este momento lo único que quiero es un mes frente al mar, o bien 5 minutos bajo él.

Insomnio sponsoreado

Mientras posado sobre mi mesa de luz Daniel se pregunta ¿Cómo se lee? Yo quedé en stand by, encendido y apagado. SI habrá sido la Fenilalanina, los extractos vegetetales o su etiqueta plateada no lo se. ¿Cómo se leen?: las letras que envuelven la plasticidad transparente, signos de un rojo brilloso sobre un plateado espejado y aún más brillante.
Se repartieron venas sobre lo blanco de mis ojos.
Un Aminoácido de estructura aromática presente en las proteínas y de carácter biológicamente esencial en el hombre (Fenilalanina), eso no puede causar este insomnio. La etiqueta me dice algo de Fenilcetonúricos y el diccionario corrobora a la Fenilcetonuria como Anomalía hereditaria que consiste en la alteración del metabolismo de la fenilalanina, que puede provocar retraso en el desarrollo y deficiencia mental. El insomnio pierde importancia.
Yes Surprises, Radiohead y mis ojos como pies exitados que arriesgan pasos sobre un tremedal.
No la bebo con frecuencia y es de venta libre, lo insólito: mi cuerpo soportó la turbiedad de peores pociones como para verse alterado por una bebida sin alcohol, dietética, gasificada, de extractos vegetales.
De 2,25 L quedan los 25.
En Stand by y with no channel, maldita nausea insomne y un texto infame.

Gianni loves paparazzis

Ellas

Un número: deficiente, superante, simple, sólido y perfecto; sordo y abstracto, denominado y denominador; entero, fraccionado, mixto, redondo y racional.
Impar, arábigo nacionalizado romano, duodecimal y con un poco de suerte capicúa.
Feos, los números son feos e impersonales.
Obstinado y empeñado, aferrado a un resultado.
Porfiados, los números son porfiados.
La prefiero, la festividad de las palabras: ni negativas, ni positivas, contradictorias. Atraviesan, modifican, se divierten y sacuden la inacción; crean y perturban. Aman, mienten y aprovechan, son oportunas y graciosas, (nunca un número me hizo reir). Etéreas, violentas y duras, las palabras significan, sienten y sentencian. Desinhiben, bullen, echan raíces
Los números son una canción sin estribillo, una tarde aburrida, 4 esquinas vacías, una hoja sin margen donde poder dibujar. No le dan gusto al cielo de la boca, al paladar de la vida.

Entumecidos como los pies por el frío, sobresalientes del cuadriculado y enmudecidos por un cero adelante. Ni sumados ni restados, mucho menos la raíz al cuadrado.
Ellos, los números; ordenan, pesan y comparan: me hacen pobre!
Ellas, las palabras, me enriquecen y son “ELLAS”.

Los historiadores manipulan el pasado, los politicos el presente y sólo DIOS el futuro.

El escayolista