Yo leí lo que BUCOWSKY dijo y dije:
Pude reir y oir las risas, incluso la de las montañas. Miré arriba y abajo de sus azules laderas y aún hoy me pregunto ¿para qué nací?. Miré más abajo y vi lágrimas, eran las mías y las de los peces, juntas conformaban un lago.
Por las noches bebo mientras oigo el agua y la tristeza se esparce por todos lados, la puedo oir en mi reloj o ver en un papel tirado en el suelo, también cuando me calzo mis zapatos o en las perrillas de la cómoda, cuando vuelvo del trabajo y busco las llaves en mi bolsillo; la tristeza está ahí en el ticket de aquella lavandería donde la vi por última vez. Prendo un cigarro y ni siquiera el humo mantiene su condición.
Por las mañanas cuando logro dormirme, confundido entre sueños y pensamientos borrachos, todo me importa poco. Si es poco el amor o poca la vida no importa, nada puede ser tan malo. Caigo de mi cama y la escalo como a un templo de oscuras enredaderas. Vuelvo a nacer y con los ojos entreabiertos, pero sin madre, observo las paredes y salgo una vez más por los boulevards, los recorro y me adueño de las miradas, frente al cementerio robo las rosas que me devuelven los recuerdos necesarios para volver a llorar. Nací para eso.
Por las noches bebo mientras oigo el agua y la tristeza se esparce por todos lados, la puedo oir en mi reloj o ver en un papel tirado en el suelo, también cuando me calzo mis zapatos o en las perrillas de la cómoda, cuando vuelvo del trabajo y busco las llaves en mi bolsillo; la tristeza está ahí en el ticket de aquella lavandería donde la vi por última vez. Prendo un cigarro y ni siquiera el humo mantiene su condición.
Por las mañanas cuando logro dormirme, confundido entre sueños y pensamientos borrachos, todo me importa poco. Si es poco el amor o poca la vida no importa, nada puede ser tan malo. Caigo de mi cama y la escalo como a un templo de oscuras enredaderas. Vuelvo a nacer y con los ojos entreabiertos, pero sin madre, observo las paredes y salgo una vez más por los boulevards, los recorro y me adueño de las miradas, frente al cementerio robo las rosas que me devuelven los recuerdos necesarios para volver a llorar. Nací para eso.
5 Comments:
que triste el no?
pobre me da cosa... obviamente como no va a escribir cosas asi con el pasado que tuvo...
en fin... porque no escribir cosas mas lindas y felices? no te parece? No muchos escriben cuando estan felices!
Una vez escuché que Sabina dice que cuando está contento y feliz no escribe, sino que se va a pasear y a disfrutar de su estado de ánimo.
hoy vi una remera de bucowsky y me acorde de ti...
Yo no vi ni una remera, ni un vaso, ni un cuadro, no obstante también me acordé de ti...
OH NO!
Chanseaud.
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